Ante la dimisión de Alicia Chillida como directora del CAAM, la Asociación de Directores de Arte Contemporáneo de España (ADACE) quiere expresar su preocupación ante las causas que la han impulsado a tomar dicha decisión.
En primer lugar, queremos manifestar nuestra preocupación por la falta de estabilidad de los museos y centros de arte de nuestro país que, en demasiadas ocasiones, ven alterado su desarrollo por causas que nada tienen que ver con su capacidad para conseguir los objetivos que les son propios. La inestabilidad genera desconfianza no sólo en los equipos de trabajo de estas instituciones que frecuentemente caen en la desmotivación, sino también en todos los agentes implicados en el espacio cultural y, en definitiva, en la sociedad que percibe la falta de rigor y coherencia.
ADACE entiende que los responsables políticos deben garantizar a las personas que asumen la dirección de las instituciones culturales una confianza y apoyo que les permita planificar el desarrollo del museo con la autonomía necesaria para alcanzar los objetivos que su proyecto haya establecido. Esa confianza supone, por una parte, asumir que los resultados de las políticas culturales no pueden evaluarse de forma inmediata sino que exigen tiempo; y, por otra, que los indicadores con los que se analizan la eficacia y rentabilidad de estas instituciones no pueden ser de carácter economicista, sino que deben ser capaces de reconocer su alcance social y cultural. Del mismo modo, es evidente la necesidad de que los patronatos y órganos rectores asuman las funciones que les son propias. Son ellos, y no los dirigentes políticos en solitario, los que han de valorar la gestión de un director bajo parámetros profesionales y no partidistas.
Una vez más ADACE quiere llamar la atención ante una situación que empieza a ser altamente irresponsable. No debemos olvidar que el objetivo esencial de todo museo es la educación y el servicio a la sociedad que lo sustenta.